Pau "Wallace" Codina

Imagen de Antonio Ortí

Pau Codina llega a la carrera. Luego se quita la ropa, se pone un slip y hace ver que pasea por la playa, muy chulito. Pau preside, entrena, capitanea y juega en el Sueca United (Valencia), un equipo de fútbol que para muchos es el peor del mundo: en 11 temporadas sólo ha ganado tres partidos y empatado dos.

Pau está hoy en Barcelona para participar en un casting de la empresa norteamericana “Southern Comfort”. Si lo eligen, se llevará un buen pellizco: casi 900 euros por día de rodaje.

Según explica en un bar próximo a la plaza de Lesseps, su última victoria contra el Ciudad de Cullera por 3-1 ha dado la vuelta al mundo, hasta el punto de haber sido noticia en España, Argentina, Colombia y Honduras. Lo que no se conoce tanto, es que Pau es un gran admirador de William Wallace, un escocés de origen muy humilde que defendió a su país de la ocupación inglesa, por lo que fue ahorcado a una altura que no fuese suficiente para romperle el cuello, descolgado antes de que se ahogase, emasculado, eviscerado, quemados sus intestinos ante él, previamente a ser decapitado y a que su cuerpo fuera troceado en cuatro partes. Finalmente, su cabeza se conservó sumergida en alquitrán y fue colocada en una pica encima del Puente de Londres, como solía hacerse en el siglo XIV con los casos de alta traición.

Pau es también un tipo bondadoso, al que le hicieron mobbing en la Universidad Politècnica de Valencia, situación que dinamitó su matrimonio, pese a lo mucho que quería (y sigue queriendo) a su ex mujer. Su grupo preferido es The Stone Roses, por defender el medio ambiente y el espíritu indie. “Somos un equipo del pueblo para el pueblo”, explica. “No cobramos entrada y, antes de cada partido, damos a firmar un manifiesto para adherirse al protocolo de Kioto sobre el cambio climático, al árbitro, a los jugadores del equipo rival y al público. Ya tenemos 8.000 firmas”, indica.

“Lo mejor que tiene el Sueca United”, dice Pau, “es que aquí juegan chavales con sobrepeso, a los que maltrataron en el instituto, emigrantes como David (Argelia), Mohamed (Marruecos), Saíl (Camerún), el anterior cura de Sueca que ahora está en Xàtiva (Raúl Jiménez), deficientes psíquicos (como Ramiro, que jugaba de interior) y hasta personas con problemas de movilidad (como Boro), que a veces rematan contra nuestra propia portería cuando el equipo rival saca un corner”...

Entre las acciones solidarias que ha impulsado el “Sueca United” destaca su oposición a la central nuclear de Cofrentes, su reivindicación de que el peatón tenga prioridad sobre los coches y su solidaridad infinita con cualquier causa perdida. Tal vez por eso, la prensa española y extranjera se han puesto de acuerdo para nombrar al “Sueca United” como el peor club del mundo.

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