Gracias a este reportaje, tuve la suerte de estar dos días en compañía de Juan Mari y Elena Arzak en su restaurante de San Sebastián hablando sobre quién manda entre fogones, así como sobre la cosas que ha aprendido el padre de la hija y viceversa. Lo que no pone el artículo es que fue un gusto compartir con Juan Mari y Elena una cocochas deslumbrantes y sencillas, unas almejas salteadas, unos espárragos a la plancha y un vaso de vino en la mesa de mármol de la cocina. Por no hablar del menú de degustación, una auténtica zapafiesta para los sentidos.