Durante el año 2015 las encuestas electorales han tenido varios traspiés sonados en países como Gran Bretaña, Grecia o Israel, donde pronosticaron erróneamente los resultados. Y es que, para los "encuestólogos", si hace unos años la opinión pública era "sólida" –estable, repetitiva– hoy es "líquida" y voluble.