Ferrocarrils de la Generalitat. Entre Sarrià y Sant Cugat. Dos preadolescentes, uno rubio y otro moreno, conversan. 

- Yo voy a ser arquitecto o médico o algo así.

- Pues yo electricista.

- Hala ¿qué dices?

- ¿Qué pasa? Me gustan los cables.

- Pero ¿por qué no algo normal?

- No sé…

- Y qué, ¿también vas a fumar?

- Hala, eso no.

- Ah, pensaba. Como los fontaneros fuman y eso. Y el tabaco mata, creo.

- Sí, de cáncer y eso ¿no?

- Pues yo el día que me case sí me pienso fumar un cigarrito.

- Anda. ¿Te vas a casar?

-Hombre claro. Tío, ¡eres más raro!...

 Me cambio de asiento. En frente una niña muy morena con una madre muy morena. La niña lleva una chaqueta muy brillante, una chaqueta para ir a la Luna de América, como mínimo. Es linda, lindísima. Le sonrío.

- ¿Cómo te llamas?

- Ana. ¿Y tú?

- No te lo digo.

- Vale, vale.

- ¿Cuantas niñas tienes?

- Una. Se llama Lola.

- ¿Y cuantas hermanas tiene?

- Ninguna.

- Oh, pobrecita. Y en Bolivia ¿cuantas nenas tienes?

- Ninguna, guapa.

- Ah ¿no….? Pues yo tengo tres hermanitas en Bolivia, las he visto en la foto. ¿Seguro que no tienes nenas en Bolivia?

- No cariño. Me bajo ya. Adiós guapa-cómo-te-llames.

- Maríaaaa

Se cierran las puertas. Camino aturdida. No me puedo borrar esa sonrisa plácida y constante de la madre de María, cansada y dulce a pesar de la tremenda tremendísima tremebunda lucha. Me siento egoísta, me siento europea, me siento histérica, me siento pequeña, me siento en un banco a respirar el frío. 2013 es un número bonito. Sí, muy bonito. Quizás en 2013 consiga ponerme los cascos para viajar en metro, como hacen la mayoría.  Escuchar mi música para desescuchar al mundo, de una vez por todas. Y a mi que siempre me da miedo perderme algo… Quizás en 2013 María conozca a sus hermanas... Quizás-maybe-ojalá en 2013... dejemos de escribir puntos tan suspensivos... ... ... ... ... ...